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Tres especialidades que se centran en la mejora y rehabilitación musculoesqueléticas

Cuando se trata de encontrar el tratamiento adecuado para aliviar el dolor y el malestar corporal, es común que surjan preguntas sobre las diferencias entre fisioterapeutas, osteópatas y quiroprácticos. Aunque estas tres profesiones comparten similitudes y las líneas entre estas disciplinas pueden volverse borrosas, es esencial comprender sus diferencias para elegir el especialista más adecuado para nuestras necesidades. En este artículo, vamos a arrojar luz sobre esta cuestión para aclarar cualquier incertidumbre.

Fisioterapia

La distinción más relevante es que solo los fisioterapeutas tienen una formación oficial y académica reconocida. En consonancia con la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias de España, la fisioterapia es la única profesión oficialmente reconocida. En nuestro país, sus especialistas son profesionales sanitarios con formación universitaria, habiendo obtenido el Título de Grado en Fisioterapia, tras un estudio de cuatro años.

Esta base académica les otorga el conocimiento y la experiencia necesarios para abordar diversas condiciones musculoesqueléticas. Su enfoque se centra en la rehabilitación a través de ejercicios terapéuticos, movilización y estiramientos personalizados, diseñados para restaurar la función y el movimiento del cuerpo. Los y las fisioterapeutas trabajan en colaboración con los pacientes para crear programas de tratamiento adaptados a sus necesidades, garantizando una recuperación eficaz y segura.

Osteópata

Mientras tanto, los osteópatas se destacan por su enfoque holístico de la salud, considerando el cuerpo como un sistema interconectado. Utilizan técnicas manuales para restablecer el equilibrio y la armonía corporal, prestando especial atención a la columna vertebral y los sistemas nerviosos y musculares.

Mientras que los fisioterapeutas se centran en zonas específicas de lesión, los osteópatas exploran todo el cuerpo en busca del origen y la causa subyacente. Sus manos hábiles son su principal instrumento, y su objetivo es liberar la energía atrapada en los músculos, restableciendo la movilidad y promoviendo un equilibrio en sistemas como el cardiovascular, nervioso y respiratorio.

Para convertirse en osteópata, se requiere una formación exhaustiva de 5 años en una Escuela Oficial de Osteopatía, que previamente exige una titulación como fisioterapeuta. Este riguroso proceso culmina en la inscripción en el Registro de Osteópatas de España (ROE), asegurando la calidad y competencia de los profesionales en esta rama. Así, la osteopatía se erige como una opción valiosa y completa en la búsqueda de la salud y el bienestar integral.

 QUIROPRÁCTICO y QUIROMASAJISTA

El quiropráctico se dedica a la corrección de problemas en el sistema nervioso y músculo-esquelético, especialmente en la columna vertebral, utilizando técnicas manuales o instrumentales para liberar al sistema nervioso de interferencias y mejorar la capacidad de recuperación del cuerpo. Por otro lado, el quiromasajista se especializa en el arte del masaje manual, aliviando el estrés muscular, eliminando toxinas y mejorando el estado de ánimo del paciente. 

Aunque el quiromasaje es considerado una terapia útil para la relajación, es importante tener en cuenta que solo debe aplicarse para tratar patologías bajo la prescripción de un fisioterapeuta o médico. 

Ambas prácticas, osteopatía y quiropráctica, están reconocidas como medicinas complementarias por la OMS, y es crucial verificar que los profesionales cuenten con las titulaciones y regulaciones necesarias antes de buscar sus servicios. 

La Clínica Euskalduna cuenta con reconocidos profesionales titulados dedicados a estas especialidades del campo de la salud. Si quieres hacer alguna consulta relacionada con las mismas, no lo dudes, consulta la Guía Médica y la de Servicios de nuestra web.